Un trasplante de córnea implica reemplazar una córnea enferma o con cicatrices por una nueva. Cuando la córnea se vuelve turbia, la luz no puede penetrar el ojo para alcanzar la retina sensible a la luz. Puede causar una visión deficiente o ceguera. Las córneas generalmente se donan desde un banco de ojos para este procedimiento, y se necesitan gotas para los ojos después de la cirugía.
Cuando sea posible, los especialistas en cuidado de la vista del personal médico de Baylor Scott & White Health harán un reemplazo parcial de la córnea, como una queratoplastia endotelial o una queratoplastia lamelar anterior. Estas cirugías más nuevas suelen ser más seguras y dan como resultado un retorno de la visión más rápido. Sin embargo, muchas condiciones aún se manejan mejor con un trasplante de córnea de grosor completo llamado queratoplastia penetrante.