¿Qué es la enfermedad de la válvula tricúspide?

La enfermedad de la válvula tricúspide puede ocurrir cuando la válvula cardíaca entre la aurícula derecha y el ventrículo derecho, que normalmente tiene tres aletas (o cúspides), se estrecha. Esto disminuye la cantidad de sangre que fluye hacia el ventrículo derecho y puede reducir la eficiencia del corazón.

Acerca de la válvula tricúspide

La válvula tricúspide es una de las cuatro válvulas que controlan el flujo y la dirección de la sangre que entra y sale del corazón. La sangre ingresa a la aurícula derecha (cámara superior del corazón) y pasa a través de la válvula tricúspide hacia el ventrículo derecho (cámara de bombeo inferior) desde donde se bombea hacia los pulmones a través de la arteria pulmonar. En la estenosis tricúspide, un tipo de enfermedad de la válvula tricúspide, la aurícula derecha se agranda, mientras que el ventrículo derecho no se llena por completo y permanece pequeño.

Los tipos de enfermedad de la válvula aórtica incluyen:

  • Estenosis tricúspide: si la válvula se estrecha (estenosa), resulta difícil que una cantidad suficiente de sangre se mueva a través de las cavidades derechas del corazón con cada latido.
  • Regurgitación tricúspide: si la válvula no se cierra correctamente, parte de la sangre que fluye hacia el ventrículo regresa a la aurícula con cada latido. Esta condición se conoce como regurgitación o insuficiencia. En la insuficiencia tricuspídea, ambas cámaras derechas aumentan sustancialmente de tamaño.

En ambos casos anteriores, el corazón debe trabajar más para bombear una cantidad adecuada de sangre.
Los trastornos de la válvula tricúspide, que son poco frecuentes, a menudo ocurren junto con otros problemas de las válvulas cardíacas, particularmente con trastornos de la válvula mitral.

Las personas con enfermedad de la válvula tricúspide corren riesgo de sufrir insuficiencia cardíaca y fibrilación auricular (lo que aumenta el riesgo de formación de coágulos sanguíneos). Como ocurre con otros tipos de valvulopatías, los trastornos tricuspídeos también aumentan el riesgo de endocarditis.