Terapia física del piso pélvico

Fortalecer los músculos débiles del piso pélvico a menudo ayuda a una persona a obtener un mejor control de los intestinos y la vejiga.

Un fisioterapeuta puede ayudarle a asegurarse de que está haciendo Kegel correctamente y prescribirle un programa en el hogar para satisfacer sus necesidades individuales.

Las modificaciones de la dieta también pueden reducir la incontinencia urinaria y fecal.

El reentrenamiento de la vejiga puede disminuir la frecuencia urinaria y ayudarlo a recuperar el control de su vejiga.

Un fisioterapeuta puede ayudarla a soportar el prolapso con un suelo pélvico fuerte, lo que puede aliviar los síntomas del prolapso leve a moderado.

Una contracción combinada del suelo pélvico y los músculos abdominales ayudará a proteger el suelo pélvico durante momentos de estrés físico, evitando que el prolapso empeore.

El dolor pélvico suele deberse a la tensión de los músculos de la columna y la pelvis.

La fisioterapia que incluye técnicas de terapia manual con o sin dilatadores vaginales, modalidades, biorretroalimentación, ejercicio, entrenamiento postural y reeducación en las actividades de la vida diaria puede reducir o eliminar en gran medida el dolor pélvico.

El embarazo y el parto pueden provocar un estiramiento excesivo del suelo pélvico y de los músculos abdominales, lo que provoca dolor lumbar y pélvico.

La fisioterapia compuesta por terapia manual y ejercicio puede aliviar el dolor, ayudar a la mujer a sentirse fuerte nuevamente y a disfrutar de la maternidad.