Ética del trasplante de útero

Pensamos en el trasplante como un procedimiento que restaura la vida. Estas son cirugías vitales para pacientes que lamentablemente han perdido la función de su hígado, pulmones, corazón u otros órganos.

What’s fascinating to me about uterus transplant is that we’re not restoring life, but giving life, which is an entirely new dimension for the field of organ transplantation. We want to give hope to women who previously thought they’d never have a chance to become pregnant and carry a child full-term.

Though not lifesaving, a uterus transplant could dramatically improve a woman’s quality of life. Swedish gynecologist Liza Johannesson will tell you what motivated her to get involved in uterine transplant research at Sahlgrenska University Hospital in Gothenburg is meeting women in their early teens who discover they were born without a uterus and can’t bear a child.

“Solo tienes que conocer a uno de estos pacientes para inspirarte a trabajar con esto”, dijo. “Definitivamente se trata de los pacientes”.

La infertilidad es un problema importante para miles de mujeres en todo el mundo. Para aquellas con infertilidad por factor uterino causada por ausencia congénita o extirpación del útero, las tecnologías tradicionales de reproducción asistida pueden no ser factibles. Aunque la adopción y la subrogación brindan oportunidades para la paternidad, ambas opciones plantean desafíos logísticos y pueden no ser aceptables por motivos personales, culturales o legales.

The level of finesse and technique required to do a uterus transplant, combined with the ethical considerations, level of difficulty and potential for complications are very similar to what we encounter with living donor liver transplants. Baylor University Medical Center at Dallas is uniquely positioned to perform this procedure, with an experienced transplant group and a team of adult, pediatric, neonatal and obstetric specialists accustomed to managing high-risk, complex patients. The Baylor Annette C. and Harold C. Simmons Transplant Institute is one of the nation’s top transplant programs and has a long history of developing new procedures, new ways of doing known procedures, and new ways of treating patients.

The decision to take on this clinical trial was discussed at length. As a medical ethicist, the first thing I wanted to ensure was that we’re doing the right thing. The trial underwent three ethics reviews: first from the Baylor Scott & White Health ethics committee, then the ethics review board, and finally from Baylor University Medical Center leadership. There was no opposition, or we wouldn’t be where we are today.

Conocemos los riesgos de los medicamentos inmunosupresores y los riesgos de la cirugía. Hemos trabajado arduamente para asegurarnos de que nuestros pacientes comprendan a fondo estos riesgos y los hayan considerado. Los pacientes también se reúnen con trabajadores sociales para evaluar su capacidad para hacer frente al estrés de la donación y ser receptor de un trasplante, y para ayudar a identificar la red de apoyo de los sujetos y los recursos disponibles. Un psicólogo lleva a cabo una evaluación y evaluación más profundas del historial psicosocial del donante y del receptor.

“Estamos honrando el principio ético que impulsa la medicina hoy, que es la autonomía y el respeto por el ser humano”.

En la medida en que se conozcan los riesgos y la persona pueda tomar una decisión autónoma respecto a someterse al procedimiento, estamos honrando el principio ético que impulsa a la medicina hoy, que es la autonomía y el respeto por el ser humano. Creo que esa es la base del programa de trasplantes aquí y de todos los procedimientos que se realizan en el Centro Médico de la Universidad de Baylor.

Este no es un procedimiento para salvar vidas. Este es un procedimiento que da vida. Esperamos que revele nuevos horizontes sobre las formas en que podemos ayudar al paciente y cree nuevas vías para la investigación.