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Acerca de la enfermedad de Peyronie

La enfermedad de Peyronie, a veces denominada pene curvado, es una afección benigna pero incapacitante. Ocurre cuando se desarrolla tejido cicatricial en el pene, probablemente debido a un traumatismo menor. La enfermedad de Peyronie afecta aproximadamente al 10% de los hombres en EE. UU.

Síntomas de la enfermedad de Peyronie

El inicio y la progresión de la enfermedad de Peyronie varían. En algunos pacientes, aparece rápidamente y puede agravarse en cuestión de días; en otros, la progresión es más lenta.

No existe una asociación comprobada entre la enfermedad de Peyronie y el cáncer de pene.

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Opciones de tratamiento de la enfermedad de Peyronie

En muchos pacientes, el tejido cicatricial que caracteriza la enfermedad de Peyronie se ablanda por sí solo y el pene se endereza con el tiempo. La mayoría de los pacientes reciben suplementos de vitamina E, que es el único tratamiento para la enfermedad de Peyronie que ayuda constantemente a aliviar la enfermedad.

En promedio, uno de cada tres pacientes finalmente requiere cirugía para resolver la enfermedad de Peyronie. Existen varias opciones de cirugía para la enfermedad de Peyronie. Uno con el que hemos obtenido buenos resultados (92 % de tasa de éxito) consiste en extirpar el tejido cicatricial y sustituirlo por injertos de piel. Este procedimiento se puede combinar con otro abordaje en el que se tensa quirúrgicamente el tejido opuesto a la curvatura.

Los pacientes con problemas graves de función eréctil pueden necesitar una prótesis además de la eliminación del tejido cicatricial y los injertos de piel. Algunos pacientes con curvatura severa requieren dos operaciones como parte del tratamiento de la enfermedad de Peyronie: una para corregir el pene curvado y una segunda operación para implantar la prótesis.

Ecografía doppler dúplex

Los pacientes considerados para la cirugía de la enfermedad de Peyronie se someten a un estudio del flujo sanguíneo del pene para determinar si existe una anomalía o condición médica subyacente, que incluye:

  • Fuga venosa: la sangre se escapa a través del tejido cicatricial.
  • Cambios arterioscleróticos: las arterias que llevan sangre al pene se endurecen, restringiendo el flujo sanguíneo.


El estudio del flujo sanguíneo se realiza con una ecografía del pene. Esta técnica utiliza un dispositivo de ultrasonido Doppler especial para evaluar el flujo sanguíneo que entra y sale del pene.

La prueba de flujo sanguíneo es especialmente útil en pacientes con enfermedad de Peyronie, porque no solo evalúa cuánto flujo sanguíneo hay, sino también cuánta curvatura hay y la presencia de otras lesiones.