mujer que utiliza mancuernas para ponerse en forma y aliviar el dolor de la artrosis

¿Qué es la osteoartritis?

La osteoartritis (OA u osteoartrosis) es la forma más común de artritis y afecta a más de 32 millones de adultos en Estados Unidos. Puede desarrollarse en cualquier articulación, pero suele afectar a las manos, los pies, las caderas, las rodillas, la zona lumbar y el cuello.

La artrosis es una enfermedad degenerativa, lo que significa que empeora gradualmente con el tiempo. Suele estar causada por el desgaste, pero también puede producirse si la articulación se lesiona. Aunque actualmente no existe cura para la artrosis, sus síntomas pueden controlarse mediante tratamientos, medicamentos y cambios en el estilo de vida.

Síntomas de osteoartritis

Los síntomas de la artrosis pueden variar de una persona a otra, pero la mayoría experimenta molestias, hinchazón y rigidez en la articulación afectada. Estos síntomas suelen empeorar lentamente con el tiempo, en lugar de producirse de repente. Otros síntomas comunes son:

  • Un dolor sordo que se desarrolla con el tiempo
  • Una articulación que parece anormalmente grande o que ha cambiado de forma
  • Una articulación que se siente floja o inestable
  • Crepitación (un rechinar, chasquido o estallido en la articulación)
  • Sensibilidad o hinchazón articular
  • Dolor que aparece tras una actividad y movimiento intensos
  • Rango de movimiento reducido que mejora con el uso
  • Rigidez o dolor a primera hora de la mañana o después de haber estado inactivo
  • Debilidad en los músculos que rodean su articulación, que suele desarrollarse cuanto menos se mueve

Cuando consultar con su médico

Hable con un traumatólogo si el dolor, la rigidez y la hinchazón de las articulaciones interfieren con sus actividades diarias y no desaparecen con los medicamentos sin receta. Si no se trata, la artritis puede reducir su deseo de estar activo, lo que puede provocar un aumento de peso y otras afecciones crónicas, como diabetes y enfermedades cardiacas. Aunque no existe cura, su médico puede recomendarle muchos tratamientos para ayudarle a controlar los síntomas y recuperar su vida activa.

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radiografía de las articulaciones osteoartríticas de la rodilla

¿Qué causa la osteoartritis?

La artrosis solía denominarse artritis por desgaste porque se pensaba que el desgaste relacionado con la edad provocaba la rotura de los tejidos. Sin embargo, los investigadores están aprendiendo que las causas son más complejas.

Algunos factores diferentes causan la artrosis. El estrés y la mecánica articular, a veces combinados con lesiones u otras afecciones, provocan una inflamación que conduce a la destrucción gradual del cartílago, los tendones, los ligamentos y la membrana sinovial (membrana que recubre las articulaciones).

A medida que estos tejidos se desgastan, se produce un engrosamiento en los extremos del hueso, pueden desarrollarse crecimientos óseos conocidos como espolones óseos y la superficie antes lisa que permitía que su articulación se moviera con facilidad se vuelve áspera. Los fragmentos de hueso y cartílago pueden flotar en el espacio articular y pueden formarse quistes llenos de líquido en el hueso. Con el tiempo, le cuesta más mover las articulaciones.

Factores de riesgo de la artrosis 

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Cualquiera puede desarrollar artrosis, pero ciertos factores pueden aumentar su riesgo. Ser consciente de estos factores de riesgo puede ayudarle a tomar decisiones de estilo de vida que pueden reducir sus probabilidades de desarrollar osteoartritis.

Los factores de riesgo incluyen:

Años

El riesgo aumenta a medida que envejece, especialmente después de la edad 50.

Sobrepeso

El sobrepeso o la obesidad sobrecargan las articulaciones que soportan peso, como las caderas, las rodillas y la columna vertebral, lo que puede acelerar la destrucción del cartílago articular.

Historia familiar

Un historial familiar de osteoartritis puede hacerle más propenso a desarrollarla.

Anomalías articulares

Las personas con afecciones que provocan que las articulaciones no se formen o alineen correctamente, como la displasia de cadera, pueden tener un mayor riesgo de padecer artrosis.

Otras condiciones de salud

Conditions like Diabetes, gout, Artritis reumatoide and Artritis psoriásica can also increase the risk of developing osteoarthritis.

Uso excesivo

Los trabajos y actividades que requieren movimientos repetidos, como pintar o lanzar, pueden aumentar su riesgo.

Lesiones anteriores

Fracturas, ligament tears, tendon injuries and dislocations, even those that occurred early in life, can increase the likelihood of developing osteoarthritis.

Sexo

Las mujeres son más propensas a desarrollar artrosis, sobre todo después de la menopausia.

Posibles complicaciones

La artrosis puede provocar complicaciones de salud adicionales más allá de la propia enfermedad, como dolor y movilidad reducida:

  • Obesidad, diabetes y cardiopatías: Las articulaciones doloridas a causa de la osteoartritis pueden limitar la actividad física, lo que provoca un aumento de peso e incrementa el riesgo de obesidad, diabetes de tipo 2, cardiopatías, colesterol alto e hipertensión. Mantenerse activo es esencial para controlar los síntomas de la OA y prevenir estas complicaciones.
  • Caídas y fracturas: La artrosis debilita los músculos, reduce la función articular y afecta al equilibrio, especialmente en rodillas y caderas, aumentando el riesgo de caídas hasta en un 30% y el de fracturas en un 20%.

Controlar los síntomas mediante ejercicio, estrategias de prevención de caídas y un uso cuidadoso de la medicación puede ayudar a reducir estos riesgos.

¿Cómo se diagnostica la artrosis?

El diagnóstico de la artrosis suele implicar una visita con su médico y pruebas de imagen. No existe una prueba única que diagnostique la enfermedad. Su médico utilizará los resultados de su exploración física, las pruebas de laboratorio y el diagnóstico por imagen para descartar otras posibles causas del dolor articular y determinar si debe iniciar un tratamiento para la artrosis.

  • Historial médico y examen

    Su médico empezará por recopilar información sobre sus síntomas, incluyendo cuándo empezaron, cuánto duran, cuándo se producen y los factores que hacen que el dolor o la rigidez mejoren o empeoren. También hablará de su historial médico, incluyendo cualquier lesión o afección articular previa que pueda estar contribuyendo a sus síntomas.

    Durante el examen físico, su médico comprobará la amplitud de movimiento de la articulación afectada y buscará hinchazón, deformidades y sensibilidad articular. Su médico también escuchará si hay crepitación, un crujido o chasquido que se produce cuando se mueven las articulaciones artrósicas.

  • Pruebas de laboratorio

    No existe una prueba única para diagnosticar la artrosis, pero las pruebas de laboratorio específicas pueden ayudar a descartar otras causas de dolor articular y confirmar el diagnóstico.

    • Análisis de sangre: Estos análisis pueden descartar otras afecciones como la artritis reumatoide o infecciones. En las personas que padecen OA, los marcadores inflamatorios como la velocidad de sedimentación globular (VSG) y la proteína C reactiva (PCR) suelen ser normales, lo que ayuda a distinguir la OA de la artritis inflamatoria.
    • Análisis del líquido articular: El médico puede utilizar una aguja para extraer líquido de la articulación afectada. Esta prueba comprueba si hay inflamación y ayuda a identificar otras causas de dolor articular, como la gota o las infecciones. Es útil cuando los síntomas se solapan con otras afecciones articulares.
    • Recuentos de hematocrito (HCT) y hemoglobina (Hgb): Estas pruebas evalúan el número y la calidad de los glóbulos rojos. Unos niveles bajos pueden indicar una inflamación crónica o problemas de producción de glóbulos rojos, que a veces pueden estar relacionados con síntomas parecidos a los de la OA.
  • Imagen

    A menudo se utilizan pruebas de imagen para ayudar a diagnosticar la artrosis y evaluar el alcance del daño articular. Estas herramientas de diagnóstico por imagen ayudan a su médico a obtener una imagen clara de lo que ocurre en sus articulaciones y a orientar el mejor plan de tratamiento. He aquí los principales tipos:

    • Radiografías: La prueba de imagen más común para la osteoartritis, las radiografías pueden mostrar daños óseos, espolones óseos y reducción del espacio articular, que son signos de pérdida de cartílago. Sin embargo, los daños articulares tempranos pueden no aparecer en las radiografías.
    • Imágenes por resonancia magnética (IRM): Las IRM utilizan ondas de radio y un campo magnético para crear imágenes detalladas tanto de los huesos como de los tejidos blandos, como los cartílagos. Las resonancias magnéticas son más sensibles que las radiografías y pueden detectar cambios tempranos, como daños en el cartílago e inflamación de los tejidos blandos.
    • Ecografía: La ecografía proporciona imágenes en tiempo real de las articulaciones y puede identificar la inflamación, la acumulación de líquido y los cambios estructurales. Es especialmente útil para evaluar tejidos blandos, como tendones y ligamentos.

Tratamiento de la osteoartritis 

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No existe cura para la artrosis, pero los tratamientos pueden ayudar a reducir el dolor, la hinchazón y la rigidez y mejorar su capacidad para utilizar la articulación. Cuanto antes comience el tratamiento de la artrosis, más tiempo podrá conservar la función articular y controlar sus molestias.

Inicialmente, su médico le recomendará tratamientos no quirúrgicos, como cambios en el estilo de vida, medicamentos y fisioterapia. A medida que su deterioro articular progrese, puede beneficiarse de una sustitución articular u otro procedimiento quirúrgico.

Cambios en el estilo de vida

Los cambios en el estilo de vida pueden ayudar a controlar sus síntomas y mantenerle sano. Su médico puede recomendarle:

  • Dispositivos de asistencia: Las ortesis, los andadores y los bastones pueden ayudar aliviando la presión sobre las articulaciones afectadas.
  • Cambios en las actividades: Su médico o un fisioterapeuta pueden enseñarle formas de modificar sus rutinas de trabajo o sus actividades diarias para reducir el dolor articular.
  • Ejercicio: La actividad física mantiene la movilidad de sus articulaciones y previene la debilidad muscular que puede empeorar la artrosis. Elija actividades de bajo impacto, como caminar, aeróbic acuático y ciclismo, y evite las actividades que empeoren sus molestias.
  • Pérdida de peso: Perder peso, si es necesario, puede mejorar significativamente sus niveles de dolor y hacer que los medicamentos sean más eficaces. Realizar suficiente actividad física y seguir una dieta sana le ayudará, o su médico puede recomendarle un programa médico de control de peso.

Terapia física y ocupacional

Existen varias opciones terapéuticas para ayudarle con sus molestias de la artrosis o complementar otras opciones de tratamiento que esté utilizando actualmente. Entre ellas se incluyen:

  • Fisioterapia: Los fisioterapeutas crean planes de ejercicios personalizados para estirar y fortalecer los músculos que rodean una articulación dolorosa, lo que puede reducir sus síntomas y ayudarle a mantener la función articular. También pueden enseñarle modificaciones de la actividad que ayuden a reducir la tensión en una articulación y utilizar terapias, como la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (que administra corrientes eléctricas de bajo voltaje a una articulación), para tratar el dolor.
  • Terapia ocupacional: Los terapeutas ocupacionales pueden ayudarle con actividades como vestirse y comer, para que pueda mantener su independencia. También pueden ayudarle a aprender a utilizar dispositivos, como aparatos ortopédicos o férulas.

Terapia complementaria

Las terapias complementarias pueden ser un valioso añadido a su plan de tratamiento de la artrosis, ya que ofrecen alivio de los síntomas y mejoran el bienestar general. La medicina integrada no sustituye al tratamiento médico, pero puede funcionar junto a los enfoques tradicionales para mejorar su atención. Sus opciones pueden incluir:

  • Acupuntura
  • MASAJE
  • Meditación y atención plena
  • Yoga
  • Suplementos dietéticos

Antes de probar una terapia complementaria, hable con su médico o profesional sanitario para asegurarse de que es segura y adecuada para sus necesidades.

Medicación

Muchos medicamentos pueden tratar los síntomas de la artrosis. Usted y su médico pueden trabajar juntos, experimentando con diferentes tipos o combinaciones, para encontrar el tratamiento adecuado para sus síntomas.

  • Antiinflamatorios no esteroideos (AINE): Los AINE tratan el dolor reduciendo la hinchazón y la inflamación. Los AINE de venta libre incluyen el ibuprofeno, el naproxeno sódico y la aspirina. Si éstos no le proporcionan alivio, su médico puede recetarle alternativas, como el celecoxib y el diclofenaco.
  • Cremas tópicas y otros productos: A menudo disponibles sin receta, los productos tópicos para la artritis incluyen líquidos roll-on, cremas, pomadas y parches. Los ingredientes activos varían según el producto y pueden incluir AINE, capsaicina, alcanfor, lidocaína y mentol.
  • Inyecciones de esteroides: Los corticosteroides son un tipo de esteroide que reduce el dolor y la inflamación. Funcionan temporalmente y pueden tener efectos secundarios si se utilizan a largo plazo, por lo que su médico le ayudará a decidir con qué frecuencia debe recibirlos.
  • Viscosuplementación: Otro tipo de inyección articular, la viscosuplementación implica ácido hialurónico, una sustancia que puede lubricar sus articulaciones. La viscosuplementación se utiliza normalmente para tratar la artritis de rodilla.

Surgery

Cuando los tratamientos no quirúrgicos ya no le proporcionan el alivio que necesita, su médico puede recomendarle la cirugía. Los cirujanos ortopédicos utilizan algunos procedimientos diferentes para tratar la artrosis.

  • Artroscopia: Los cirujanos realizan la artroscopia introduciendo una pequeña cámara (artroscopio) a través de una diminuta incisión para ver el daño articular. La cámara guía al cirujano, que utiliza herramientas especiales para reparar el daño. La artroscopia también puede utilizarse para extirpar espolones óseos u otros fragmentos de hueso en una articulación o para reparar el revestimiento de una articulación.
  • Cirugía de sustitución articular: También llamada artroplastia, la cirugía de sustitución articular permite a su cirujano sustituir toda (sustitución articular total) o parte (sustitución articular parcial) de una articulación artrósica por una nueva articulación artificial, reduciendo las molestias y restableciendo el movimiento. Las articulaciones que se sustituyen con más frecuencia son las rodillas y las caderas, pero los médicos también pueden reemplazar hombros, tobillos, muñecas y codos.
  • Fusión articular: También llamada artrodesis, la fusión articular es un procedimiento en el que los huesos de una articulación se conectan, o fusionan, para evitar su movimiento. Cuando la articulación no puede moverse, experimenta menos dolor. Puede beneficiarse de la fusión articular si padece artritis en la columna vertebral o en articulaciones más pequeñas, como la mano y el pie.
  • Osteotomía: Si la sustitución articular no es una opción, una osteotomía puede ayudar a controlar la artrosis. Este procedimiento consiste en retirar o añadir un pequeño trozo de hueso cerca de la articulación afectada para realinearla y reducir la tensión en la zona dañada. Aunque puede aliviar los síntomas, es posible que en el futuro sea necesario sustituir la articulación.

Ubicaciones

Ofrecemos varios lugares para su atención, incluidos centros especializados en artritis en el norte y centro de Texas.

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Preguntas frecuentes

  • ¿Se puede revertir la osteoartritis?

    Actualmente, la artrosis no puede revertirse por completo. Se trata de una afección progresiva que daña las articulaciones con el paso del tiempo. Sin embargo, la atención médica y las modificaciones del estilo de vida pueden ayudar a ralentizar la progresión de la enfermedad para que pueda llevar una vida activa y plena.

  • ¿Puede la osteoartritis causar entumecimiento y hormigueo?

    La artrosis no suele causar entumecimiento ni hormigueo. Estas sensaciones están más comúnmente vinculadas a afecciones relacionadas con los nervios. La artrosis afecta a las articulaciones y provoca dolor, hinchazón y rigidez.

    Si experimenta entumecimiento y hormigueo, hable con su médico sobre lo que podría estar causando estos síntomas.

  • ¿Se extiende la artrosis?

    La artrosis se produce dentro de una articulación y no se extiende a otras partes del cuerpo. Sin embargo, si desarrolla artrosis en una articulación, puede desarrollarla en otras, especialmente si tiene factores de riesgo o antecedentes de lesiones articulares.

  • ¿Es la artrosis una enfermedad autoinmune?

    No, la artrosis no es una enfermedad autoinmune. Es una enfermedad de "desgaste" causada por la rotura del cartílago de las articulaciones, que provoca dolor y rigidez. Las enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide, se producen cuando el sistema inmunitario ataca por error a los tejidos sanos, lo que no ocurre en el caso de la artrosis.

  • ¿Cuánto duran los brotes de artrosis?

    Los brotes de artrosis suelen durar de tres a ocho días, pero pueden oscilar entre horas y semanas. Los síntomas incluyen un aumento del dolor, la rigidez o la hinchazón, a menudo desencadenados por la actividad o el clima. El control de las reagudizaciones implica una intervención precoz con medicamentos, reposo y abordar los factores desencadenantes. Hable con su médico si los síntomas duran más de unos días.

  • ¿Puede la artrosis causar fatiga extrema?

    Sí, la fatiga es común en la artrosis, afectando a casi la mitad de los que padecen esta enfermedad. Puede ser consecuencia de la inflamación, el dolor, los efectos secundarios de la medicación, dormir mal o reducir la actividad física. La gestión de la fatiga incluye descansos regulares, buenos hábitos de sueño, ejercicio y protección de las articulaciones. Hable con su médico si la fatiga continúa o empeora.

  • ¿Tratan los reumatólogos la artrosis?

    Sí, los reumatólogos tratan la artrosis. Estos especialistas se centran en la salud de las articulaciones y los huesos, ayudando a reducir el dolor, mejorar el movimiento y ralentizar la progresión de la artritis. Pueden recomendarle medicamentos, inyecciones, fisioterapia o incluso cirugía. Acudir pronto a un reumatólogo puede suponer una gran diferencia a la hora de controlar sus síntomas y mantener su calidad de vida.