Neurología pediátrica

Atención neurológica integral y colaborativa para su hijo

Un neurólogo pediátrico trata a niños con afecciones que afectan el sistema nervioso, que incluye el cerebro, los nervios y la médula espinal. El sistema nervioso controla nuestro movimiento, incluida la respuesta del cerebro a los mensajes ambientales internos y externos que afectan la red de células y tejidos de nuestro cuerpo.

Los niños con condiciones neurológicas tienen necesidades especiales porque sus cerebros y sistemas nerviosos están creciendo activamente. Neurólogos pediátricos en Baylor Scott y White McLane Children's en Temple están capacitados para identificar y tratar a niños, desde recién nacidos hasta adolescentes. Nuestros especialistas del Centro de Texas pueden trabajar con el equipo de neurocirugía pediátrica y, en algunos casos, expertos en rehabilitación si la salud de su hijo lo requiere.

Afecciones neurológicas que tratamos

Tratamos muchos tipos de afecciones neurológicas en niños, desde dolores de cabeza y tumores hasta epilepsia y trastornos del sueño.

Epilepsia

Los niños con epilepsia tienen una actividad eléctrica anormal en el cerebro. Esto puede causar convulsiones repetidas que a menudo ocurren sin previo aviso. Algunas personas llaman a estas convulsiones “ataques” o “episodios”. En McLane Children's, nuestros epileptólogos pediátricos del centro de Texas tratan todas las formas de epilepsia pediátrica.

Más información sobre la epilepsia

Parálisis cerebral

Los niños afectados por este trastorno pueden presentar diversos síntomas, desde problemas de succión hasta trastornos de la audición y la visión. Los médicos creen que la parálisis cerebral es causada por anomalías estructurales en el cerebro que pueden desarrollarse debido a una lesión o un desarrollo incompleto en el útero.

Tumores

Ya sean benignos o malignos, los tumores requieren control o extirpación según su ubicación y otros factores exclusivos del caso de su hijo.

Problemas cognitivos (de pensamiento)

La comunicación, la memoria y la atención pueden afectar a los niños en la escuela y en la vida. Nuestro programa de neuropsicología pediátrica de Temple puede ayudar a identificar el tratamiento adecuado.

Neurocirugía Pediátrica

Tratamiento de afecciones neurológicas infantiles que requieren cirugía en el cerebro, la médula espinal o los nervios periféricos

El cerebro y el sistema nervioso central son responsables de la función cognitiva y las habilidades motoras gruesas y finas en el cuerpo humano. Cuando un neurólogo pediátrico agota los métodos de tratamiento para tratar con éxito a un niño con una enfermedad neurológica, puede ser necesario consultar a un neurocirujano pediátrico para evaluar la condición del niño y crear un plan de tratamiento quirúrgico.

Los neurocirujanos pediátricos certificados por la junta de Baylor Scott & White McLane Children's realizan tratamientos mínimamente invasivos y cirugías abiertas tradicionales. Las técnicas avanzadas de diagnóstico y tratamiento para niños garantizan su seguridad, comodidad y el mejor resultado.

Los neurocirujanos pediátricos colaboran estrechamente con todo el equipo de atención de su hijo, incluida la neurología pediátrica y el médico de atención primaria o pediatra. Un enfoque centrado en la familia es la piedra angular de nuestra atención, asegurando que se satisfagan las necesidades de cada niño, padre y hermano durante la atención de un paciente.

Neuropsicología Pediátrica

Evaluaciones cognitivas para niños de siete años en adelante

Los problemas cognitivos (de pensamiento) como la comunicación, la memoria y la atención pueden afectar a los niños en la escuela y en la vida. En Baylor Scott & White McLane Children's en Temple, un neuropsicólogo pediátrico evalúa las preocupaciones cognitivas para ayudar a los niños a alcanzar su potencial. Un neuropsicólogo pediátrico es un psicólogo licenciado con capacitación adicional en pruebas y relaciones entre el cerebro y el comportamiento.

Durante la cita inicial, los padres se reúnen con el neuropsicólogo para hablar sobre sus preocupaciones. Después de esta conversación, se desarrolla un plan. La mayoría de las veces, se programan pruebas con el niño. La prueba implica un formato de papel y lápiz, preguntas y respuestas similar a las tareas escolares.