El nuevo tratamiento da a los pacientes con cáncer de mama triple negativo una nueva esperanza

For people battling metastatic triple-negative Cáncer de Mama (TNBC), one of the most aggressive forms of the disease, options are often limited.

Joyce O’Shaughnessy, MD, an oncologist on the medical staff at Baylor Charles A. Sammons Cancer Center at Dallas and the holder of the Celebrating Women Chair in Breast Cancer Research, has worked tirelessly to help move research and treatment options forward for these people.

“El objetivo aquí es abordar de manera agresiva un tratamiento novedoso y ensayos clínicos para pacientes con cáncer de mama triple negativo”, dijo el Dr. O'Shaughnessy.

Uno de sus nuevos socios en la lucha contra el TNBC metastásico es Carrie Adams de Fort Worth. A la madre de dos hijos de 52 años se le diagnosticó cáncer de mama triple negativo en abril 2011.

El diagnóstico de Carrie llevó a su oncólogo a recomendarle que se sometiera a una tomografía computarizada como precaución adicional. Durante la prueba, se detectó un PEComa uterino. El PEComa es un tumor de tejido blando especialmente raro que se sabe que se desarrolla a partir de células llamadas células epitelioides perivasculares (PEC), que rodean y se alimentan de los vasos sanguíneos.

Through genetic testing, Carrie was also found to carry a BRCA2 mutation. With a BRCA2 mutation, cells are more likely to develop additional genetic alterations that can possibly lead to cancer, especially breast and ovarian cancer.

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Carrie optó por una mastectomía doble y una histerectomía radical seguidas de seis rondas de quimioterapia.

“Recuerdo que la enfermera navegadora me dijo que pensara en mi cáncer de mama como una tortuga en relación con el melanoma, que es como un jaguar”, dijo Carrie. “Aunque lo que tenía era una forma agresiva, el progreso era lento. Pero todo en lo que podía pensar era en querer ver a mis hijos graduarse de la escuela secundaria. Sabía que tenía que abordar el cáncer con fuerza y seguir adelante”.

“Sabía que tenía que abordar el cáncer con dureza y seguir adelante”, dijo Carrie.

Después de varios años en remisión, Carrie supo en enero 2014 que su cáncer de mama había regresado como una metástasis de pulmón.

Carrie sabía muy bien que la mediana de supervivencia para las mujeres diagnosticadas con TNBC en etapa 4 es de menos de dos años, pero tenía fe. Cuatro años después de recibir un tratamiento personalizado para ella, Carrie ahora está libre de cáncer y se considera que responde excepcionalmente.

Según el Dr. O'Shaughnessy, la combinación única de tratamientos de Carrie era exactamente lo que su cuerpo necesitaba para combatir el cáncer.

“La hipótesis es que algo sobre la terapia que recibió en 2011 sensibilizó las células cancerosas e hizo que nuestro curso de quimioterapia fuera más efectivo”, explicó el Dr. O'Shaughnessy. “Comenzamos con un agente de preparación que alguna vez se usó para tratar el cáncer de hueso, seguido de quimioterapia. La combinación pudo reparar las células cancerosas de Carrie en el pulmón, lo que provocó que se fragmentaran más y fueran más vulnerables a ser eliminadas”.

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“Estoy increíblemente bendecida y agradecida de estar viva y saludable para ver crecer a mis hijos y disfrutar de un nido vacío con mi increíble esposo”, dijo Carrie. “¿Por qué no puede haber respondedores más excepcionales como yo? La única forma de averiguarlo es a través del tipo de investigación que están realizando el Dr. O'Shaughnessy y el Centro Oncológico Baylor Sammons”.

“Estoy increíblemente bendecida y agradecida de estar viva y saludable para ver crecer a mis hijos y disfrutar de un nido vacío con mi increíble esposo”, dijo Carrie.

Through philanthropic support, a new clinical trial to try to replicate Carrie’s success for other women with metastatic TNBC could help find solutions for some patients whose TNBC is unresponsive to standard treatments. This trial will test the hypothesis that certain investigational drugs can switch TNBC cells from a state of resistance to chemotherapy and immunotherapy to one that is highly sensitive to the killing effects of these therapies.

Thanks to generous support from the community, Baylor Scott & White Dallas Foundation has raised nearly $1.5 million for this project through the Amy. T. Selkirk Breast Cancer Research Fund.

Discover how you can support this clinical trial and join the fight against breast cancer.