Juntas, las hermanas luchan contra el raro cáncer de tiroides

La primera vez que nadé con Swim Across America fue en junio 2014. Realmente no sabía de qué se trataba Swim Across America aparte de recaudar fondos para la investigación del cáncer. Pero tenía algunos amigos que nadaban y mi hermana Sarah acababa de ser diagnosticada con cáncer de tiroides.

No tenía idea de cuán importante sería esta causa no solo para Sarah, sino también para mí.

Sarah estaba embarazada de cinco o seis meses de mi sobrina, su primer hijo, cuando descubrió que tenía cáncer. Mientras yo recaudaba fondos y nadaba, Sarah estaba esperando: esperando dar a luz, esperando convertirse en madre, esperando tratamiento, esperando seguir adelante con su vida.

Si bien el cáncer de tiroides es raro, es uno de los cánceres "más curables", especialmente para personas jóvenes como Sarah. Pero de alguna manera palabras como esa no penetran tu mente tan profundamente como palabras como “cáncer”. Todos se sintieron ansiosos mientras esperaban, pero participar en Swim Across America me ayudó a concentrar mi energía y ansiedades en algo productivo.

La misión de Nadar a través de América es recaudar dinero para la investigación del cáncer y los ensayos clínicos a través de nados benéficos. Me sentí bien al participar en algo que ayudaría a personas como mi hermana a luchar contra todo tipo de cáncer.

Sarah dio a luz ese agosto y recibió tratamiento durante los meses siguientes. ¡Para el año nuevo, se la consideraba libre de cáncer! Con mi hermana saludable y una nueva sobrina, la vida era buena.

Pero ese mismo otoño, después de que mi hermana terminó sus tratamientos, descubrí que también tenía cáncer de tiroides. Tenía miedo, pero afortunadamente tenía a Sarah, que acababa de experimentar todo lo que yo estaba a punto de experimentar, y solo estaba a una llamada de distancia.

El verano siguiente, nadé para mi hermana y para mí.

Al principio, tuve dificultad para aceptar el hecho de que tenía cáncer. Cuando me diagnosticaron, mis biopsias resultaron continuamente anormales y no concluyentes. No fue hasta que me extirparon la tiroides que definitivamente tuve cáncer. Durante mucho tiempo, en mi mente, en realidad no tenía cáncer porque me lo extirparon antes de que supiera que definitivamente lo tenía. Nadar para mí me obligó a aceptar que tenía cáncer, me trataron y estaba en camino de ser llamado "libre de cáncer".

Ahora, acercándome a mi cuarto nado Swim Across America, mi hermana y yo permanecemos libres de cáncer. Todavía nado en nuestro honor. Disfruto apoyando esta causa que afecta a tantas personas como nosotros.

Esta historia fue aportada por Amanda Hopkins, sobreviviente de cáncer de tiroides y participante de Swim Across America.

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