Cómo David encontró esperanza a través de un trasplante de hígado después del trastorno por consumo de alcohol

David Hutchison ha sido conductor de reparto de Blue Bell durante más de dos décadas. Tiene poco más de 0 años y su hijo y su esposa también trabajan en el negocio de los helados. Si bien a menudo disfrutaba tomando unas copas después del trabajo o los fines de semana, no pensaba mucho en cómo el alcohol podría afectar su salud.

“La vida era buena y mi trabajo era fantástico, pero luego mi forma de beber empezó a dominar un poco”, dijo David. “Después del trabajo, bebía y, con el tiempo, llegué a beber más”.

A David le diagnosticaron cirrosis, una cicatrización del hígado que puede ser causada por el consumo de alcohol. Se abstuvo de beber durante unos meses, pero volvió a tener comportamientos familiares. Durante su recaída, David enfermó gravemente.

“Me puse en rehabilitación, pero me enfermé mientras estaba allí y tuve que ir al hospital”, dijo. “Fue entonces cuando los médicos sugirieron que tal vez necesitaría un trasplante de hígado, pero me explicaron lo difícil que sería porque era causado por el alcohol”.

Atención especializada en enfermedades hepáticas relacionadas con el alcohol.

David fue remitido a la nueva Clínica de Enfermedad Hepática por Alcohol en el Centro Médico de la Universidad de Baylor en Dallas. Esta clínica multidisciplinaria es la primera de su tipo en el norte de Texas y ayuda a las personas que padecen enfermedades hepáticas y abuso de alcohol.

Utilizando la experiencia combinada de hepatólogos, cirujanos, psicólogos, trabajadores sociales y enfermeras, la clínica ofrece atención para la cirrosis asociada al alcohol, tratamiento para el trastorno por consumo de alcohol y consideración de trasplante para pacientes seleccionados. Los miembros del equipo de la clínica participaron en la creación de criterios para determinar la candidatura a trasplante para personas con enfermedad hepática relacionada con el alcohol.

"Queríamos asegurarnos de construir una infraestructura adecuada para poder apoyar a los pacientes antes y después del trasplante", dijo Sumeet Asrani, MD, MSc, jefe de hepatología y trasplante de hígado del Centro Médico de la Universidad de Baylor. "No sólo tratamos la enfermedad hepática, sino también el trastorno por consumo de alcohol".

Como primer paso del programa, David pasó por una evaluación exhaustiva por parte de un hepatólogo, un cirujano de trasplante abdominal y un psicólogo clínico. La evaluación cubrió cuestiones médicas y factores de estilo de vida, antecedentes de salud mental y uso de sustancias, así como factores sociales como educación, empleo y apoyo social.

“Me hicieron preguntas sobre mi trabajo, mi familia, todo sobre mí, y mis amigos y compañeros de trabajo escribieron cartas en mi nombre”, dijo David. "Querían asegurarse de que tuviera el apoyo para superar la recuperación y ayudarme a mantenerme sobrio".

Luego, un comité utilizó la evaluación para decidir si David debería someterse a una evaluación completa de trasplante de hígado. En casos como el suyo, algunos centros exigen un período de seis meses de sobriedad antes de ser aceptados para una evaluación. Sin embargo, con el apoyo y los procesos establecidos por la clínica, David fue aceptado antes para una evaluación de trasplante.

"Parte de nuestro trabajo es evaluar a los pacientes para asegurarnos de que sean aptos para el trasplante, y esto requiere un enfoque de equipo multidisciplinario", dijo Suzie Lee, MD, cirujana de trasplante abdominal del personal médico del Centro Médico de la Universidad de Baylor. “En la evaluación del trasplante, nos aseguramos de que su anatomía sea apropiada para el trasplante y que tengan el apoyo social adecuado para recuperarse después de la cirugía del trasplante”.

Esperanza a través del trasplante de hígado

Después de su evaluación, el comité de trasplantes se reunió y aceptó a David en la lista de trasplantes para un hígado nuevo. Pocos días después, su esposa recibió la llamada. Había un hígado donado disponible para David.

"Sucedió mucho más rápido de lo que esperábamos, pero fue muy fácil para mí decir que sí", dijo. “Me dijeron desde el principio que sin el trasplante no sabían si llegaría a Navidad, y mucho menos al año siguiente. No dudé porque quería vivir. Sabía que podía hacer esto”.

David se sometió a una cirugía de trasplante de hígado y pasó aproximadamente una semana recuperándose en el hospital. Es la segunda persona en recibir un trasplante como parte de la Clínica de Enfermedad Hepática por Alcohol.

Después del procedimiento que le salvó la vida, David obtuvo el apoyo que necesitaba para cuidar su nuevo hígado. La clínica ofrece atención y recursos continuos después del trasplante, y él continúa asistiendo a reuniones virtuales con otras personas que se recuperan del trastorno por consumo de alcohol.

“Queremos brindarles a los pacientes todas las herramientas y el apoyo que necesitan para tener éxito. Al evaluar su riesgo de recaída y su complejidad general, podemos ayudarlos a conectarse con un consejero en adicciones o asistir a grupos de recuperación, como AA, NA y Smart Recovery”, dijo Stephanie Vega-Molina, PhD, psicóloga clínica del programa.

Desde su cirugía, David celebró un año de sobriedad y pudo volver a trabajar. Hoy, solo necesita los medicamentos mínimos contra el rechazo para su trasplante, y sus médicos dicen que su progresión a través de la recuperación ha sido “fenomenal”.

Al recordar su experiencia, David está agradecido por la oportunidad de estar ahí para su hijo y su esposa.

"Ellos son la razón por la que lo hice", dijo. “Sin ellos, probablemente me habría rendido”.

También se siente afortunado de que su viaje a través de la sobriedad y el trasplante le haya brindado la oportunidad de ofrecer lo que ha aprendido para ayudar a los demás.

"Creo que una de las razones por las que estoy aquí es para compartir mi historia y ayudar a otros que luchan en el camino", dijo. “El programa se arriesgó conmigo y quiero que tenga éxito porque funcionó para mí”.

En los primeros 18 meses de la Clínica de Enfermedad Hepática por Alcohol, 55 personas fueron evaluadas para trasplante y 13 de ellas, incluido David, recibieron un hígado nuevo.

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Una mirada retrospectiva al viaje de David.

La esposa de David, Molly, relató el proceso de su enfermedad y su trasplante a través de publicaciones en Facebook que luego recopiló y compartió con el equipo de trasplante. Aquí están algunas de las publicaciones y fotografías de su viaje.