Sobreviviente de cáncer de páncreas agradecido por ensayo clínico que le salvó la vida

El 15 de diciembre, 2015, es un día que Patrick Koennecke nunca olvidará. Ahora, simplemente se refiere a ella como “la fecha”.

El residente y gerente de almacén de Waxahachie, Texas, de 60 años, se estaba recuperando de una cirugía mayor en la espalda cuando comenzó a notar un dolor en la parte superior del estómago en el lado izquierdo. Lo describió como una sensación de costilla rota. Al decidir que el dolor no estaba relacionado con su cirugía, su cirujano de espalda refirió a Patrick a un cirujano de cáncer en el Centro Médico de la Universidad de Baylor.

Allí fue donde escuchó la noticia que quedó grabada para siempre en su memoria ese día: tenía cáncer de páncreas.

“Nunca quieres escuchar que tienes cáncer, pero eso es lo que me dijo”, dijo Patrick. “Su diagnóstico fue cáncer de páncreas en etapa 3 o 4. Me dijo que no había cura ni tratamiento disponible, y debido a que una arteria estaba involucrada, la cirugía era demasiado riesgosa y el tumor era inoperable. Aunque la noticia fue devastadora, me sorprendió lo fácil que fue para nosotros discutir el diagnóstico con el médico”.

“No había cura ni tratamiento disponible… La cirugía era demasiado arriesgada y el tumor era inoperable”.

Si bien gran parte de ese día es borroso para Patrick, lo único que recuerda claramente es decirle al médico que era un luchador y que también lo necesitaba para luchar por Patrick. Su médico prometió luchar.

Esperanza en forma de ensayo clínico para el cáncer de páncreas

Pruebas adicionales revelaron que el cáncer no se había propagado y que el tumor era del tamaño de una semilla de durazno. Pero la biopsia mostró que era una forma agresiva de cáncer evidenciada en los ganglios linfáticos alrededor de su páncreas. Con base en los resultados de la prueba, los médicos de Patrick le informaron sobre un ensayo clínico que el Centro de Cáncer Baylor Sammons estaba iniciando gracias a la financiación del Fondo Jeanne Shelby para la Investigación del Cáncer de la Fundación de Comunidades de Texas. El ensayo involucró la combinación de un nuevo medicamento con medicamentos de quimioterapia tradicionales para tratar pacientes con adenocarcinoma de páncreas resecable, potencialmente resecable o localmente avanzado (PDAC).

Patrick fue el primer paciente de 16 en inscribirse en el estudio.

Él y su familia celebraron las fiestas mientras se preparaba para su primer tratamiento a mediados de enero 2016. Su tratamiento involucró 12 sesiones de infusión. Al principio, siguió trabajando, pero finalmente decidió tomarse un tiempo libre para concentrarse en su salud.

“No sabía qué esperar, pero me embarqué en este viaje con la oración y el apoyo de mi familia, mis compañeros de trabajo y mi comunidad”, dijo. “A principios de la primavera, comencé a recibir una gran cantidad de oraciones y apoyo de una amplia red de amigos, con algunos de los cuales no había hablado en años”.

Un buen amigo y compañero de trabajo incluso inició la campaña “Team PK”, que incluía camisetas y muñequeras moradas del Equipo PK.

“No tenía palabras para describir lo agradecido que estaba de recibir este tipo de efusión y apoyo para la batalla que estaba librando contra esta enfermedad”, dijo Patrick.

Continuar la lucha contra el cáncer de páncreas

El libro de registro diario de Patrick detalla los días difíciles, ya que experimentó varios efectos secundarios del tratamiento, que incluyen fatiga, debilidad, pérdida de apetito, retención de líquidos, malestar estomacal y neuropatía. A pesar de todo, siguió luchando, sabiendo que todo esto era parte del proceso de tratamiento.

A medida que se acercaba el verano, comenzó a contar los tratamientos. Después de terminar el tratamiento 12, pensó que tendría tiempo para recuperarse y fortalecerse para la cirugía, pero su cirujano tenía un plan mejor.

Una tomografía computarizada realizada después de su última infusión mostró resultados mejores de lo esperado. El tumor se había reducido, haciendo posible la cirugía. La cirugía implicó extirpar una gran parte de su páncreas y bazo, y desviar algunas arterias. Patrick recuerda tener total confianza en el cirujano y saber que estaba en el lugar correcto en el momento correcto. La cirugía fue un éxito y el gran grupo de familiares y amigos reunidos en la sala de espera estalló en una alegre celebración.

“Me quedé en el hospital durante una semana”, dijo. “Dos semanas después de regresar a casa, recibí la noticia que esperaba: el informe patológico no mostraba signos de cáncer en ninguna parte”.

¿Cómo celebró Patrick su maravillosa noticia? Como todos los pacientes de infusión que completan su régimen de tratamiento, tocó un gong en la unidad de tratamiento de infusión. Dice que se aseguró de que su enfermera de infusión estuviera allí para escucharlo tocar el gong y ayudarlo a celebrar.

Si bien todavía está lidiando con los efectos secundarios del tratamiento y la cirugía, sabe que es mejor que la alternativa. Dijo que sus médicos crearon un nuevo él.

“Llevo más de un año y medio en recuperación/remisión sin signos de cáncer hasta ahora”, dijo Patrick. “Estoy bendecido con 'la fecha'. Muchos pacientes con cáncer no tienen esta oportunidad”.

Patrick dijo que para él, el Centro Médico de la Universidad de Baylor ha sido un lugar de esperanza.

“Espero y rezo para que el gran personal de médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud del cáncer en el Centro Médico de la Universidad de Baylor pueda continuar creando buenas historias para las generaciones venideras”, dijo. “Este es el lugar para estar si desea el mejor tratamiento disponible para usted o un ser querido. Definitivamente te da esperanza”.

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