¿Azúcar o edulcorante artificial? Elige tu veneno

Since the dawn of the 1950s, the war on sugar has left more confused than enlightened as the FDA approved the use of saccharin as the first artificial sweetener. After 65 years of evolving science, one might think a clear answer would emerge. But even the recent New York Times article has the pot stirring with heated debate from both sides.

Veamos los hechos.

La verdad sobre el azúcar

La moderación no es algo por lo que la dieta estadounidense sea bien conocida. ¡El adulto promedio consume 22 cucharaditas de azúcar por día!

The recommendations from the American Heart Association are to limit added sugars to less than six teaspoons for women and nine teaspoons for men per day.

On a more heartbreaking note, the average child consumes 32 teaspoons of sugar daily.

El azúcar, en forma añadida, no es natural en nuestra dieta. Se cuela a través de productos que a menudo se asocian con ser nutricionalmente inferiores, pero que se consumen en grandes cantidades. Este aumento de la ingesta es la razón por la que el azúcar añadido está tan fuertemente relacionado con el sobrepeso y la obesidad.

Excessive added sugars can also cause inflammation and damage to artery walls, with studies showing added sugars to almost double ones risk of heart disease.

While artificial sweeteners have been accused but not found guilty of causing cancer, sugar is guilty as charged! Eating too much sugar can trigger intestinal cells to increase activity of proteins that can make normal cell immortal, a key step in the early stages of cancer progression.

La verdad oculta detrás de los edulcorantes artificiales

An increasing amount research links artificial sweeteners to weight gain. Studies associate this affect on enhanced appetite, contributions to sweet cravings as a result of being up to 600x sweeter than regular sugar, and confusion within the body’s natural mechanisms for regulating calorie intake.

Los edulcorantes artificiales a corto plazo no elevan el azúcar en la sangre. Sin embargo, la investigación a largo plazo está encontrando que estos edulcorantes crean suficiente confusión en el cuerpo como para estimular la liberación de insulina, la hormona que controla el azúcar en la sangre. El aumento de la liberación de insulina con el tiempo provoca resistencia e intolerancia a la glucosa.

Emerging science of the gut is showing harmful affects by artificial sweeteners, leading to imbalances of the gut bacteria. These imbalances are linked to glucose intolerance.

La confusión se resolvió, ¿verdad? Probablemente no. Si está preguntando cuál de estos es mejor para usted, está haciendo la pregunta equivocada. No es cuál eliges, es la dosis. Ambos tienen cero beneficios en nuestra dieta, mientras que cada uno conlleva riesgos potenciales para la salud que deben tenerse en cuenta. Elijas el que elijas, blanco, rosa, azul o amarillo, menos es más. Para ayudar a comprender qué es la moderación cuando se trata de dulces, consulte con un dietista en su área.